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martes, 30 de noviembre de 2021

LA EVALUACION FORMATIVA: espacio para la formación y actualización docente para esta época de promoción




¿COMO LA DEFINEN LOS AUTORES?

En un sentido más amplio, la evaluación formativa puede entenderse como la recolección, la evaluación y el uso de información que ayuda a los profesores a tomar decisiones para mejorar el proceso de enseñanza y aprendizaje (McMillan, 2007). De esta manera, una evaluación sólo resulta ser formativa cuando le dice tanto al profesor como al alumno dónde se encuentran los estudiantes, hacia dónde van y qué necesitan para llegar a esa meta (William y Lealhy, 2007). 

McMillan (2007) define a la evaluación formativa como la retroalimentación que se le da al estudiante para que tome acciones correctivas sobre su desempeño, encaminadas hacia el mejoramiento. Esta retroalimentación puede incentivar la motivación y aprendizaje de los estudiantes ya que ésta se da según sus necesidades (McMillan, 2007). 

Por lo tanto, la evaluación se hace formativa cuando el estudiante puede comprender su proceso y mejorar a partir de este. También cuando el docente puede reflexionar y adecuar lo que sucede en el aula estableciendo estrategias pedagógicas y didácticas para todos los estudiantes. 



Algunas ideas que sugieren características de evaluación formativa:

Sistemática: ajustada a lo propuesto en el Sistema Institucional de Evaluación. Tiene en cuenta todos los factores que permiten o no el aprendizaje de los estudiantes; es decir, aporta al proceso de su formación integral.

Continua: que en la mayoría de las interacciones (entendidas como todos los momentos que se comparten con el estudiante en el aula, la biblioteca, el descanso, el almuerzo, las clases, actividades lúdicas, izadas, etc.) hay oportunidades o mecanismos para comprender cómo avanza el estudiante en sus aprendizajes, cómo ha logrado estos desarrollos y que el niño, niña o joven pueda reconocer su proceso.

Abarcadora: sobrepasa el concepto tradicional de medición y posibilita orientar o corregir acciones y decisiones a lo largo del proceso de aprendizaje del estudiante.

Completa: permite mejorar el aprendizaje a partir de la información que se ha recolectado de manera sistemática de acuerdo a las características del Sistema Institucional de Evaluación del Establecimiento Educativo para detectar aciertos y dificultades de los procesos de enseñanza y aprendizaje.

Potenciadora: desarrolla o potencia habilidades de observación, escucha y registro de los docentes, directivos docentes y líderes de las Secretarías de Educación.

Participativa: involucra a la comunidad: el docente, el directivo docente, padres y estudiantes

Requiere registro permanentemente de los avances de los estudiantes y su progreso en relación con los aprendizajes que deben ser potenciados, según el currículo del Establecimiento Educativo.


LA EVALUACIÓN FORMATIVA TIENE CICLOS....


De esta manera la evaluación formativa implica recoger, analizar e identificar los avances de los estudiantes (seguimiento al aprendizaje), así como reflexionar, realimentar, reorientar y crear estrategias de apoyo para los estudiantes (uso pedagógico de los resultados). Es decir, el seguimiento al aprendizaje se refiere al proceso de monitorear, recabar información, organizarla y analizarla; mientras que el uso pedagógico de los resultados se refiere a la toma de decisiones a partir de la reflexión sobre la información observada y organizada.

El primer paso para darle lugar y sentido a la evaluación formativa es plantear a dónde quiere que lleguen sus estudiantes teniendo como insumos:
1. El Proyecto Educativo Institucional (PEI) del EE, donde se describe el perfil del estudiante.
2. La planeación de área y de aula en alineación con los Estándares Básicos de Competencias y los Derechos Básicos de Aprendizaje.
3. Evidencias de aprendizajes claras.


Pero la evaluación formativa no solo puede tener objeto de aplicación en el aula presencial, sino que también puede aplicarse a otros ambientes, como los virtuales de aprendizaje.

En conclusión se puede decir que la evaluación formativa incluye: Diferentes estrategias de evaluación que se aplican de manera constante. Información del progreso de los aprendizajes de los estudiantes a partir de varias fuentes para realizar hallazgos importantes sobre lo que sucede en el aula. Distintos estilos de aprendizaje, sin descuidar la calidad de lo que se aprende.


Referencia virtual:
https://aprende.colombiaaprende.edu.co/sites/default/files/naspublic/La%20evaluaci%C3%B3n%20formativa%20y%20sus%20componentes%20para%20la%20construcci%C3%B3n%20de%20una%20cultura%20de%20mejoramiento.pdf

miércoles, 17 de noviembre de 2021

ALIMENTACION SALUDABLE EN FAMILIA

La importancia de mantener hábitos saludables en el hogar es fundamental en el día a día. el ritmo de vida acelerado y el de las rutinas diarias, dificulta en muchas ocasiones seguir unos hábitos saludables. Una forma de asegurar hábitos de alimentación saludables es planear la alimentación con anticipación, por ejemplo desde el fin de semana anterior o realizar un plan de alimentación para toda la semana o el mes completo, también se puede cocinar y congelar la comida para solo tener que calentarla. 

En internet o plataformas como YOUTUBE puede encontrar información al respecto y muy fácil de seguir



Como se suele decir, los niños son el espejo de sus mayores, y también lo son en cuanto a la alimentación. Y es que los adultos tienen una gran responsabilidad en la educación nutricional: la variedad de alimentos, colores y texturas harán despertar al niño la importancia de comer sano, variado y equilibrado.

Merece la pena detenerse a pensar en la importancia de adquirir unos hábitos saludables para todos los miembros de la familia.

Apunte las claves sobre los hábitos saludables en el hogar:

  1. Procure alimentarse juntos en familia, al menos una vez al día.

  • La comida es la mejor opción entre semana, y conviene hacerla juntos a una hora prudente, por ejemplo 7 PM y con el mismo menú para todos, usted como padre o madre de familia debe ser ejemplo. 
  • Escoja 1 día del fin de semana para cocinar juntos, los niños disfrutan mucho participando en esa actividad



  1. Trate de seguir una dieta saludable.
    • Elabore o pida ayuda para preparar menús semanales variados y equilibrados para toda la familia, incluso para llevar a su trabajo, un menú saludable incluye en lo posible 1 proteína (carne, pollo, pescado), 1 harina (arepa, arroz, papas o pasta) y una o dos porciones de ensalada, verduras, frutas o legumbres.
    • Es mejor acostumbrarse a comer porciones medianas o pequeñas, porque lo ideal es quedar satisfechos y evitar pesadez o indigestión. 
    • Evite en familia comer comidas chatarra y dulces, ya que eso genera alteraciones hormonales y del comportamiento en los niños. Los dulces activan la inquietud y energía en ellos. 


  2. Añada creatividad a los platos, sobre todo con aquellos alimentos que gusten menos:
    • Elabore purés, guarniciones, añada hierbas aromáticas o puede apanarlos.
    • En el caso de los más pequeños, haga de la comida algo divertido con la presentación de los platos: ensalada de frutas o corte las verduras con formas originales, o emplear colores vivos que les atraigan.


Pero no sólo es importante la alimentación en sí, sino también otros aspectos que la rodean:

  1. Cuide la higiene, hay que lavarse las manos antes y después, así como cepillarse los dientes después de comer.
  2. Atrévase a cocinar: empiece por platos sencillos, además es recomendable cocinar con los niños, y animarles a participar cuando sea posible, para que adquieran conocimientos poco a poco.
  3. Procure comer despacio, sentado y sin prisas, es mejor usar ese espacio para conversar y compartir anécdotas o experiencias.
  4. Evite las discusiones, peleas y reclamos a la hora de alimentarse. 
  5. Salga a mercar en familia para los niños tengan la oportunidad de escoger sus alimentos.


  6. Tenga en cuenta los gustos de todos los miembros de la familia. 
  7. Crear un ambiente agradable y familiar.
    • Emplea tiempo en preparar la mesa, con manteles o decoración bonita. 
    • Conviene evitar comer sin distracciones como la televisión o el celular.
    • Implemente una huerta casera o familiar donde pueda sembrar lechuga, tomate, cilantro, espinaca o lo que le permita su espacio, ya que los niños adquieren hábitos de hacerse responsable de su propio alimento.  



12. Compre mayormente alimentos saludables siguiendo estas sugerencias básicas:

  • Incluya frutas y verduras en la rutina diaria, tratando de servir un mínimo de cinco porciones diarias. Asegúrese de servir frutas y verduras en todas las comidas.
  • Facilite que el niño elija refrigerios saludables, teniendo a mano frutas y verduras listas para comer. Otros refrigerios saludables son el yogur, frutos secos como el maní. cereales.


  • Sirva carnes desgrasadas y otras buenas fuentes de proteína, como el pescado, los huevos y las frutas secas.
  • Compre panes integrales y cereales, para que el niño ingiera más fibra.
  • Limite el consumo de la grasa, evitando las comidas fritas y cocinando los alimentos en el horno, en la parrilla o al vapor. Elija productos lácteos de bajo contenido graso o descremados.
  • Limite las comidas en restaurantes rápidos y los refrigerios poco nutritivos, como las papas fritas y los dulces. No los elimine por completo de su casa, pero ofrézcalos “de vez en cuando” para que el niño no se sienta privado por completo de ellos.
  • Limite las bebidas dulces, como las gaseosas y las bebidas con sabor a fruta. En cambio, sirva agua, guarapo, leche descremada y deslactosada.

Es posible que los adolescentes no se entusiasmen con la perspectiva de comer en familia; esto no es sorprendente porque están tratando de establecer su independencia. Sin embargo, algunos estudios han demostrado que los adolescentes todavía desean los consejos y la opinión de sus padres, por lo cual la hora de la comida en familia debe usarse como una oportunidad para reconectarse.

También puede probar con estas estrategias:

  • Permita que el adolescente invite a un amigo a comer.
  • Involucre al adolescente en la planificación de la comida y la preparación de los alimentos.
  • Haga que la hora de la comida sea un momento agradable y donde uno se sienta a gusto, sin discusiones o sermones.



Para una alimentación saludable también deben seguirse ciertas reglas para evitar conflictos:

  • Establezca un horario para las comidas y los refrigerios. Está bien elegir no comer cuando tanto los padres como los niños saben a qué hora es la siguiente comida o refrigerio.
  • No obligue el niño a comer toda la comida en el plato. Eso les enseña a seguir comiendo aunque se sientan satisfechos.
  • No soborne o recompense a los niños con la comida. Evite usar el postre como recompensa por haber terminado la comida.
  • No use la comida como demostración de amor. Demuestre su amor abrazando a los niños, dedicándoles un tiempo o elogiándolos.
  • En la cocina, asígnele a su hijo tareas apropiadas para su edad de modo de evitar que se lastime o se sienta abrumado. Al final de la cena, no se olvide de agradecer al cocinero.
En definitiva, como padre o madre sea el primero en disfrutar de la comida y hará que aquellos que le rodean también lo hagan. Con estos trucos creará hábitos saludables que conservará a lo largo de su vida y que los más pequeños también aprenderán.


REFERENCIAS.
https://kidshealth.org/es/parents/habits.html
https://www.institutotomaspascualsanz.com/habitos-saludables-alimentacion-familia/

Recopilado y editado por Silvina Inés Diaz, docente de apoyo UAI