ESTRATEGIAS PARA DESARROLLARLOS Y PONERLOS EN PRÁCTICA CON LOS ESTUDIANTES
Los procesos básicos del pensamiento son operaciones mentales que se desarrollan o desencadenan con la llegada de estímulos, situaciones o representaciones y que sirven para generar otras nuevas representaciones mentales o acciones motoras. Estas llevan a la construcción de un nuevo conocimiento, es decir que por medio de ellos se articulan los conocimientos que ya se tenían guardados con los nuevos estímulos para producir un nuevo o más avanzado conocimiento. Son los pilares fundamentales sobre los cuales se apoyan la construcción y organización del conocimiento y el razonamiento.
Un ejemplo práctico de esta situación es que inicialmente aprendemos los números, su escritura y su nombre, posteriormente aprendemos su valor posicional y lo utilizamos para aprender las operaciones básicas: suma, resta, multiplicación y división, que luego serán utilizadas para resolver problemas, realizar ecuaciones o procesos matemáticos más avanzados.
El ser humano tiene la capacidad de desarrollar el pensamiento, es decir, una aptitud natural para pensar y comprender tanto el entorno que lo rodea como sus propias emociones y percepciones. Para lograrlo, utiliza la información que percibe a través de sus sentidos y la transforma en información que puede analizar, memorizar y compartir. Gracias a estos procesos de pensamiento, las personas afrontan y resuelven las situaciones y problemas que se le presentan a diario. Además de las capacidades naturales para el desarrollo del pensamiento, la educación juega un papel clave para estimularlo, orientarlo y potenciarlo.
Los procesos básicos de pensamiento más importantes son:
Observar: Esta es la forma más importante de la percepción voluntaria. La observación se guía mediante preguntas. Se logra que los estudiantes aprendan a referirse primero al objeto que observan, de modo general y luego a sus partes y detalles y a las relaciones que percibe entre estas. La observación permite apreciar las características externas (o internas) de los objetos.
Describir: Supone la enumeración de las características o elementos que se aprecian en el objeto de descripción. Gradualmente en la descripción enumerativa se van incluyendo elementos cualitativos. Además de objetos, láminas, escenas, se van incluyendo las descripciones de vivencias, recuerdos, estados de ánimo, características de la época.
Explicar: Es la expresión no reproductiva de lo conocido, puede responder a diferentes preguntas ¿por qué?, ¿cuándo?, ¿para qué?, entre ellos se destaca la posibilidad de establecer las relaciones de causa y efecto: ¿por qué?
Comparar: La comparación permite apreciar las características semejantes y diferentes que se observan en diversos objetos, hechos fenómenos o procesos. Para aprender a comparar es preciso que se destaque que la comparación exige que se precisen primero el o los criterios que van a servir de base para la comparación.
Definir conceptos: Un estudiante puede definir un concepto cuando es capaz de conocer los rasgos suficientes y necesarios que determinan el concepto, lo que hace que "sea lo que es" y no otra cosa. La definición responde a la pregunta ¿qué?
Identificar: Es el procedimiento que permite concluir si un objeto, relación o hecho pertenece o no a un concepto. Para identificar se deben realizar acciones como recordar rasgos del concepto (propiedades que poseen los objetos que pertenecen al concepto) y reconocer si el objeto dado posee o no esas propiedades.
Ejemplificar: Es el proceso inverso a la definición, es la concreción en objetos de la realidad de la generalización expresada en un concepto, en una ley o teoría. Usar un ejemplo para explicar algo.
Argumentar: Siempre se refiere a una exposición o declaración dada y consiste en dar una razón para reafirmar lo dicho. Expresar una forma de pensar o actuar.
Clasificar: Permite agrupar objetos, hechos o fenómenos en correspondencia con un criterio o varios criterios dados. Al hacer referencia en una clasificación es importante tener en cuenta el criterio que lo determina: forma, tamaño, elementos que lo integran.
Demostrar: Es una explicación acabada que pone de manifiesto sin lugar a dudas el contenido de un juicio o pensamiento que es el razonamiento que fundamenta la verdad (o falsedad) de un pensamiento.
Valorar: Es el juicio con que se caracteriza la medida en que un objeto, hecho o fenómeno, una cualidad, norma o costumbre se corresponde con el sistema de conocimientos, patrones de conducta y valores asimilados por el hombre. En su esencia parte de la aplicación de las categorías de bien y mal.
Analizar: es la acción de comprender un determinado fenómeno hasta el momento desconocido. La acción de analizar comprende un tipo de proceder que descompone una situación concreta en una suma de sus elementos, de modo tal de poder dar cuenta de cómo estos se interrelacionan.
Sintetizar: Exponer de forma breve, escrita u oral y a modo de resumen, un conjunto de ideas fundamentales relacionadas con un asunto o materia que estaban dispersas, es juntar dos o más elementos para crear un conjunto nuevo.
Evaluar: Atribuir o determinar el valor de algo o de alguien, teniendo en cuenta diversos elementos o juicios.
ALGUNAS ESTRATEGIAS PARA DESARROLLARLOS Y PONERLOS EN PRÁCTICA
Para desarrollar el pensamiento y promover los procesos mencionados se necesitan instrumentos del conocimiento, mediación y un contexto determinado (educativo, social, cultural) en el cual utilizarlos. Existen algunas metodologías que se describen a continuación:
– El método del aprendizaje basado en el pensamiento (Thinking-based Learning o TBL). El objetivo de esta metodología es que los estudiantes aprendan un temario definido, pero que al tiempo desarrollen otras destrezas y habilidades que puedan utilizar en el futuro. A través del estímulo dirigido, los niños potencian su pensamiento crítico, analítico y creativo, superando así las metodologías de estudio basadas en la memoria y en las que es un sujeto pasivo. Con este sistema, los niños sabrán manejar los recursos disponibles para razonar y tomar una decisión adecuada a la situación. Esta metodología requiere a los estudiantes poner a funcionar sus capacidades para comunicarse, escuchar e interpretar toda la información que ofrece su entorno.
– La metodología de aprendizaje basada en problemas contribuye al desarrollo del pensamiento lógico y matemático. Consiste en plantear problemas o retos adaptados a la edad y desarrollo del alumno y motivar a los niños para que encuentren la solución.
– El método de las disertaciones plantea al alumno un punto a debatir y sobre el que deben construir una redacción, con una exigencia de dificultad adaptada a su edad, en la que aborda un punto de vista fundamentado. A través de este tipo de actividades se estimula el pensamiento analítico, creativo, reflexivo y crítico.
-Promover la lectura y escritura y relacionar los conceptos con situaciones de la vida diaria.
-Aprendizaje por experimentación
Algunas actividades que se pueden poner en práctica son:
Los dilemas morales. En esta dinámica se presenta una breve narración con una situación problemática que plantea un conflicto de valores. Los estudiantes deben posicionarse y responder qué harían en dicha situación según su escala de valores. Con esta actividad, los estudiantes pueden reflexionar acerca de sus propios valores, decidir cuál será su acción definitiva y argumentar el porqué.
Análisis y comparación de noticias. Analizar y comparar una noticia desde diferentes perspectivas ya sea con diarios, distintos canales de televisión, la radio… Esto puede ayudar a que los estudiantes construyan su propio conocimiento, partiendo de la reflexión y el contraste de diferentes fuentes.
Debates o foros. Se puede plantear un debate a partir de la lectura de un libro, de un artículo, de la visualización de un vídeo, de una situación conflictiva en clase, etc. El debate permite que los estudiantes, después de analizar una información, argumenten la posición que han escogido.
Role-Playing: Esta actividad consiste en representar una situación de conflicto cognitivo y consensuar con el grupo una solución. Con ello, los alumnos deberán discutir cuál es la mejor solución, argumentarlo, y representarlo al resto de la clase para que estos puedan opinar.
Preguntas retadoras: Hacer preguntas curiosas que motiven a los estudiantes a pensar y reflexionar.
Compilado y elaborado por
SILVINA INES DIAZ
DOCENTE DE APOYO UAI