El estrés y la ansiedad en la educación virtual
Por:
Yulieth Córdoba Mena (practicante de psicología en IESAC)
La era de la virtualidad, de los dispositivos móviles
y electrónicos comenzó hace muchos años, sin embargo, ante la aparición de la
pandemia y la cuarentena, la virtualidad se ha vuelto a imponer en la sociedad como
una “Necesidad”. Esa “Necesidad” ha revolucionado todos los contextos y
situaciones de la vida diaria, entre esas la educación, una de las más
afectadas y transformadas.
La educación ha sido un reto desde siempre y con esta
pandemia se ha convertido en un desafío aún mayor, porque incluso si estamos en
casa, la carga es mayor, el trabajo se ha triplicado y parece que el tiempo no
alcanza. Ese y muchos otros motivos han dejado grandes consecuencias tanto en
estudiantes, docentes, padres. Las más significativas se refieren al estrés,
ansiedad, sentimientos de soledad y frustración, angustia.
El
estrés
Tal vez pienses en él como algo negativo, pero eso no
es del todo cierto; la verdad es que el estrés es una reacción natural del ser
humano, es decir, que es algo común y constante en el ser humano. Dicha
reacción se presenta a nivel fisiológico (por ejemplo, con sudoración, la
acelerada respiración etc.), físico (Tensión y temblores corporales etc.) y
mental (Dolores de cabeza, falta de concentración etc.) y aparece para
ayudarnos a enfrentar y solucionar los incesantes retos de la vida diaria.
En otras palabras, el estrés nos ayuda a adaptarnos a
las exigencias de la vida ya que activa en nuestro cuerpo, diversos recursos o
“ayudas” que pueden ser mentales, físicas o conductuales para poder resolver
aquellos retos o exigencias. Cuando esas “ayudas” no son suficientes para
solucionar esos retos, se habla de un estrés negativo que produce
síntomas o efectos dañinos en el ser humano.
La
ansiedad
Por otro lado, esta la ansiedad que, si bien es
diferente al estrés, ambas están relacionadas. La ansiedad refiere a un estado
de sobre activación, que quiere decir que el cuerpo se sobre-alerta ante alguna
situación. Aquel estado de excesiva
alerta puede manifestarse de manera fisiológica (sudoración, la acelerada
respiración etc.) y psicológica o mental (tormenta de pensamientos, pensamiento
excesivo, preocupación, miedo, pensamientos negativos etc.) (Sánchez, 2019).
Esta puede generar un sentimiento de angustia y puede perturbar nuestra vida a
tal punto de impedir que realicemos de manera efectiva nuestras actividades y
retos.
Dicha ansiedad y estrés pueden aparecer en situaciones
diarias, como consecuencia de ciertas situaciones es decir como un “estado
temporal”. La ansiedad puede venir acompañada de sentimientos de soledad, frustración,
angustia que deben ser tratados por un profesional médico cuando los síntomas
son muy frecuentes, fuertes y desestabilizan la vida.
No obstante, hay formas simples o estrategias para
hacerlas en casa con los hijos, que pueden implementarse hasta que visite al médico
siguiendo estas instrucciones:
Identificar
Esta puede realizarla tanto padres como niños sin
acompañante.
Lo más importante y el primer paso es reconocer que no
estás bien. Aquí unas preguntas que te
pueden ayudar:
- 1. ¿Me siento repentinamente desesperado?
- 2. ¿Tengo una gran preocupación por algo que aún no ha sucedido?
- 3. ¿Estoy teniendo dificultades para concentrarme en la actividad(es) que tengo que realizar en este momento?
- 4. ¿Me siento repentinamente agitado?
- 5. ¿Llevo horas pensando y pensando en algo que aún no está sucediendo?
- 6. ¿Me siento estancado o que no estoy avanzando en la actividad que realizando y tratando de terminar?
Si has respondido al menos a dos de estas preguntas
con un sí, se sugiere probar los siguientes pasos:
Canalizando la ansiedad
La Siguiente actividad fue adaptada de Cuevas (2020) y puede ser aplicada por los padres o cuidadores con sus hijos, entre estudiantes, entre docente estudiante y entre adultos.
- Calma al niño y mantén la calma tú también à No te culpes por el estrés que el niño está sintiendo, acepta que está estresado y no entres en pánico o en desesperación porque eso no le favorecerá.
- Habla con el niño, escuchándolo atentamente à No es sentarse a darle una gran charla, regañarlo o decirle si hizo las cosas, es crear un espacio en el que el niño pueda ser plenamente escuchado, que se sienta cómodo y escuchado.
- Explícale qué es lo que está sintiendo, sin censurar o minimizar lo que está sintiendo à Reflejar lo que percibes que está sintiendo, ayudando a ponerlo en otras palabra so palabras más concretas.
- Ayúdale a canalizar o dirigir lo que siente à Aquí hay que ser creativo, puedes decirle que dibuje, escriba, grite o incluso que baile lo que siente, esto para movilizar esos sentimientos, es decir sacarlos de sí mismo o reducirlos.
- Muéstrale cuál es la realidad y lo que puede hacer por ella à No es decirle que su miedo o preocupación es mentira, es identificar qué es lo que está detrás de ese miedo.
- Luego, intenta platicar sobre lo que está pasando en el momento y no tanto sobre lo que pasó o sobre lo que va a pasar. La idea es conectarlo con lo que está sucediendo en el momento además de proponerle actividades que pueda disfrutar de manera plena y lo puedan desconectar a la vez de las tareas-exigencias de su vida diaria.
En nuestra próxima actualización tendremos otra serie de actividades que
podrán ayudarte a ti como docente, padre de familia, cuidador o estudiante a
manejar la ansiedad. Mientras tanto aplica estas pautas y no olvides
comentarnos qué te parecieron, ¡nos vemos!
BIBLIOGRAFÍA
Cuevas, F. (2020). 20 ideas para bajar la ansiedad en los niños.
Desansiedad. https://www.desansiedad.com/blog/20-ideas-para-bajar-la-ansiedad-en-los-ninos
Psicoglobal. (s.f). Tratamiento del Estrés - Cómo controlar el estrés.
Recuperado el 24 de septiembre de 2020. https://www.psicoglobal.com/ansiedad/estres
Sánchez, A. (2019). Técnicas y juegos para el control de la Ansiedad
en niños. Portal de educación infantil y primaria. https://www.educapeques.com/escuela-de-padres/controlar-ansiedad-en-ninos.html
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