Así ha afectado el Covid-19
la educación en Colombia
Por: revista Forbes Colombia
Colegios, instituciones educativas oficiales, docentes, profesores, estudiantes y padres de familia han tenido que superar por igual los retos que van desde la conexión de internet hasta la facilidad de las herramientas informáticas.
Es importante entender que en los momentos de crisis todos los participantes dentro del proceso educativo han sido afectados de una manera u otra. Las instituciones educativas y los colegios tuvieron que asumir el liderazgo y crear estrategias para la enseñanza virtual, los profesores y docentes por su lado tomaron esto y comenzaron a mejorarlas y adaptarlas a medida que sus implementaciones les revelaban nuevas necesidades. Los padres de familia, por el otro lado, se convirtieron en actores más activos en este proceso de enseñanza-aprendizaje de sus hijos. Por último, el estudiante está enfrentándose a retos nuevos que lo potencializan a mejorar en sus habilidades prácticas, académicas y socioemocionales.
Los profesores han hecho también uso del pensamiento de diseño (Design
Thinking) para solucionar este reto que nadie esperaba. Un ejemplo de este
proceso es la utilización de las herramientas para hacer videoconferencias
para las clases sincrónicas. Algunas de las herramientas para hacer clases
sincrónicas más conocidas hoy son: Teams de Microsoft, Meet de Google, Webex de
Cisco y Zoom.
Los padres de familia también han tenido que aprender a estar involucrados en la educación formal de sus hijos, se volvieron profesores y hoy están un poco abrumados con la educación desde la virtualidad. Este modelo sincrónico compite por los recursos del hogar como el ancho de banda de internet. Por ejemplo, padres y estudiantes se tenían que conectar a la misma hora al trabajo y al colegio. Este modelo también asume que los miembros de la familia tienen la infraestructura tecnológica es decir un dispositivo (celular o computador) para cada estudiante y para los padres, cuando en realidad en muchos hogares estos dispositivos son compartidos.
Pero no todo es negativo, porque al final de esta pandemia lo que los hijos recordarán, no son las
actividades académicas que hicieron, sino las memorias que construyeron en
familia y las actividades que los enriquecieron como personas y generaron
sentimientos de seguridad y confianza.
Desde otro aspecto, la pandemia ha traído una fuerte carga emocional que viene de muchas
fuentes, miedo a ser contagiado de un virus que poco conocemos, miedo a perder
el trabajo, miedo a afrontar un nuevo rol como teletrabajadores, miedo a
desarrollar habilidades digitales que antes no teníamos. Toda esta información
la reciben los hijos quienes además están manejando su propia carga
socioemocional dado que ellos están funcionando bajo un esquema completamente
inesperado, están alejados de sus compañeros y profesores, muchos de ellos
tienen limitaciones de espacio para ejercitarse o con limitada conectividad. Como
consecuencia de esto se han disparado en las familias los problemas
emocionales, las dificultades en la convivencia, la crisis económica, la falta
de recursos.
En una encuesta de educadores en diferentes países hecha por la Universidad de Harvard en marzo de este año se establece que el reto más complejo de resolver en esta crisis del Covid-19 es la disponibilidad de infraestructura tecnológica. El segundo reto más complejo de resolver es la salud emocional y mental de los estudiantes.
Hoy los colegios e instituciones educativas en Latinoamérica están
colaborando diariamente para perfeccionar y mejorar sus programas a distancia,
la virtualidad. Listas de recursos y herramientas
de apoyo para ellos en estos momentos, han sido facilitadas por varios
gobiernos, multilaterales y organismos privados superando la crisis inicial,
aunque aún persisten problemas de acceso a internet y conectividad en varios países.
https://forbes.co/2020/04/30/actualidad/asi-ha-afectado-el-covid-19-la-educacion-en-colombia/
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