Las estrategias planteadas en
este escrito pueden ser implementadas por docentes, pero también hay algunas
que los padres de familia pueden realizarlas con sus hijos en casa.
Enseñar a leer y escribir no es
tarea fácil, se requiere constancia y sobre todo la implementación de
estrategias y actividades realmente pertinentes
que promuevan la interacción de los estudiantes con la lengua escrita.
Más allá del método que se esté implementando para la enseñanza, existen
actividades que se pueden realizar de manera recurrente en el aula y en casa, que
complementan de manera adecuada el proceso de adquisición de la lectura y
escritura.
¿CÓMO ENSEÑAR A LOS NIÑOS A LEER Y ESCRIBIR?
El siguiente listado de
estrategias y actividades puede apoyar de muy buena manera el trabajo de enseñar
a leer y escribir a los niños/as. Se implementarlas durante cuatro a ocho
semanas y posteriormente emplear otras hasta agotar el listado.
1. LECTURA DE LAS ACTIVIDADES DE LA RUTINA
DIARIA
Escriba la lista de actividades
del día y léala en voz alta. Invite a los estudiantes a leerlas también. Antes de cada cambio de actividad, pregunte a
los estudiantes qué actividad sigue. Cuando los niños no pueden leer, deles
opciones de interpretación. Dígales, por ejemplo: “¿Dirá matemáticas o dirá
descanso?”, para que pongan en práctica la información que van aprendiendo
sobre las letras: cómo empieza una palabra o cómo termina.
En clases posteriores, invítelos para
que ellos escriban la rutina diaria en su cuaderno o en el tablero. En este
caso, promueva la reflexión y colaboración para tomar la decisión de qué letras
serían más pertinentes para representar cada parte de las palabras. Pida a los
estudiantes que comparen su escritura con las convencionales y que identifiquen
qué letras sí emplearon y cuáles faltaron.
2. LECTURA DE LOS NOMBRES DE OTROS
Una variante al llamar a lista podría ser la siguiente:
organice turnos para que los estudiantes lean en voz alta los nombres de sus
compañeros y registren su asistencia o inasistencia. Cuando a algún estudiante
se le dificulte “leer” el nombre escrito de sus compañeros, podrá pedir la
ayuda de otro compañero o el grupo para hacerlo.
Repartir materiales: organice
turno para que los estudiantes repartan materiales (cuadernos, libros, fichas)
a sus compañeros, atendiendo la escritura de los nombres de los propietarios.
Cuando a los alumnos se les dificulte identificar la escritura del nombre de
sus compañeros, proporcióneles pistas; por ejemplo: “Empieza con la ‘a’ de
Alberto”. O bien, deles alternativas de interpretación; por ejemplo: “¿Dirá
Alberto o Alejandra?”, “¿Con qué letra acaba Alberto?”, “¿Con qué letra acaba
la que estás leyendo?”.
3. JUEGOS DE MESA PARA ANTICIPAR LO ESCRITO
(se puede hacer individual o grupal)
Lleve a cabo juegos de mesa tipo “Arma palabras” y “Formar
pares”, en los que se combina la presencia de ilustraciones con la escritura de
palabras siguiendo alguna temática particular en cada juego (por ejemplo,
frutas, animales o colores). El material para estos juegos puede ser elaborado
por los propios estudiantes.
Arma palabras: solicite a los estudiantes que hagan 2 juegos del
abecedario en pequeños cuadrados de cartón o cartulina con las letras, indíquele
que las revuelvan en una bolsa y luego vayan sacándolas, escogiéndolas y juntándolas
para formar palabras. Anime a los estudiantes a discutir sobre lo realizado, a
establecer comparaciones entre las palabras y a resolver los problemas que se
vayan presentando en el juego. También puede ponerle una lista visual de
palabras para que ellos las repitan con las fichas, incluyendo un tiempo máximo
para hacerlo ej: 3 minutos. (Juego bajo presión de tiempo)
Estos juegos pueden practicarse a
lo largo del ciclo escolar, relacionarlas con el tema que están estudiando y variando
el tipo de palabras y la naturaleza del reto. Al inicio, es posible incluir
palabras regulares que inicien con vocales o consonantes variadas en posición
inicial (por ejemplo: “casa” y “pasa”). Más adelante, pueden proponerse
palabras que inicien con las mismas consonantes, de modo que tengan que buscar
otras pistas (por ejemplo: “oso” y “osito”). Las palabras deben ser diferentes
cada vez que se juegue.
Formar pares: coloque diferentes
pares de tarjetas a la vista de los participantes, una que contenga la
ilustración de un objeto y otra solo con el nombre. Pida a los estudiantes que intenten
encontrar el par que se corresponde. Cuando los estudiantes no pueden leer de
manera convencional, pídales que determinen si las tarjetas elegidas son pares.
Facilite su reflexión preguntándoles sobre el inicio o final de la palabra
buscada o las características del objeto que aparece.
Este juego también puede
practicarse a lo largo del ciclo escolar, haciéndolo progresivamente más
difícil.
4. FORMAR PALABRAS CON LETRAS JUSTAS
Reparta a cada una las letras
necesarias para formar una palabra. Para facilitar la tarea, acompañe las
letras con un dibujo que remita a la palabra que deben formar. Asegúrese de que
cada estudiante sepa qué palabra le tocó. Luego puede pedirle que acomode las
letras de otra forma para formar otra palabra distinta
Proporcione pistas y plantee
preguntas para ayudar a los estudiantes a reflexionar; por ejemplo: “¿Quieren
escribir pato o ato?”, “¿Con cuál acaba gato?”, “¿Cuál nombre de sus compañeros
empieza con la de rana?”.
Elija las palabras con las que
trabajarán los estudiantes, considerando sus posibilidades. En un principio
puede usar palabras bisílabas con estructura regular, como “pato” o “rana”. —
Posteriormente, podría presentar palabras monosilábicas con estructura silábica
regular, como “sol” o “pan”. Cuando los estudiantes logren hacer una escritura
casi convencional, es posible proponerles palabras con sílabas trabadas, como
“globo” o “plato”.
5.
SOBRES ROTATORIOS DE PALABRAS
Entregue un sobre con 4 tarjetas
individuales con palabras escritas. Las palabras obedecen a temas particulares.
Por ejemplo: animales de la granja, transportes, animales salvajes, frutas…Cada
estudiante deberá describir y relatar de que se tratan las palabras y realizar
dibujos alusivos a ellas. Al día siguiente los sobres se intercambian con otros
compañeros y se realiza de nuevo la actividad.
Después de varios días de
trabajo, solicite a algunos estudiantes que, por turnos, pasen a leer todas las
palabras que pudieron descubrir en los sobres rotatorios. Anote en una lista
cuántas palabras pueden leer para motivarlos a incrementar el número. Cada
sesión se deberá agregar palabras nuevas, obviamente vinculadas con las
temáticas trabajadas en clase.
CONCLUSIONES
Trabajar de manera sistemática
este tipo de actividades, en conjunto con otros materiales y estrategias de su
elección, promoverá progresivamente que los alumnos comprendan y utilicen de
manera autónoma la escritura para comunicarse con claridad y avanzarán, a su
vez, en la adquisición de la lectura.
Referencias:
Aprendizajes clave. Plan y programas de estudio,
orientaciones didácticas y sugerencias de evaluación, SEP, 2017
https://docentesaldia.com/2019/04/12/como-ensenar-a-los-ninos-a-leer-y-escribir-actividades-para-implementar-en-clase-material-de-descarga/
SILVINA INES DIAZ - DOCENTE DE APOYO UAI
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