El capital más importante es el talento humano, aquí los padres tienen un papel muy importante y es acompañar y orientar a los estudiantes en su proceso de aprendizaje. Para lograrlo hay que tener en cuenta los pilares del conocimiento:
1. aprender a conocer, es decir, adquirir los instrumentos de la comprensión
2. aprender a hacer, para poder influir sobre el propio entorno
3. aprender a vivir juntos, para participar y cooperar con los demás en todas las actividades humanas
4. aprender a ser, un proceso fundamental que recoge elementos de los tres anteriores.
¿Cuál es la función de la familia en este acompañamiento?
El acompañamiento escolar hace parte de la misión formadora que tienen los padres, se trata de que el
estudiante adquiera conocimientos, desarrolle habilidades y hábitos, se forme en
valores, que aprenda a aprender, a autorregular
su aprendizaje y a desarrollar sus capacidades lo máximo posible.
Lo ideal seria hacer eso a través de la resiliencia,
entendida como esa capacidad de salir adelante a pesar de la adversidad, situaciones
que los estudiantes deben afrontar permanentemente en todos los ámbitos en que se desempeñan y más aún ahora donde la situación de contingencia vivida por el COVID-19 propone la educación virtual como medio para el aprendizaje.
¿Qué hacer?
Los padres deben sensibilizarse con los cambios educativos de los hijos e identificar
claramente los momentos del desarrollo en que se encuentran para apoyarlos
adecuadamente. La etapa infantil media (de los tres a los siete años), al final de la cual
se inicia el proceso escolar y la superior (de los siete a los doce años), durante la cual
transcurre la primaria, se caracterizan por una semidependencia, en la que los niños
requieren sentirse seguros, en un ambiente de confianza y diálogo, estimulados, en
desarrollo de una autonomía social y ambiental cada vez mayores. Es el espacio de
aprendizaje de actitudes, habilidades y valores universales que les permiten afrontar las
dificultades y retos de la escolaridad: el amor al esfuerzo y la perseverancia, lo que
fomenta el tejido de resiliencia.
En la etapa de los 12 a los 18 años la familia sigue siendo un contexto muy importante,
pero las formas de acompañamiento cambian. El diálogo y la reflexión que ayuden a
madurar, la toma de decisiones y el asumir las consecuencias de estas son el camino
hacia la autonomía, hacia el responsabilizarse de su propio aprendizaje.
¿Cómo adquirir conocimientos, habilidades y valores?
Los conocimientos escolares son información necesaria para el aprendizaje, pero en sí
mismos son de escasa utilidad si no tienen sentido y aplicabilidad en la vida del
estudiante; si no han sido interpretados y relacionados con otros conocimientos; si no
han sido comparados y aplicados; es decir, si no se desarrollan ciertas habilidades de
pensamiento al mismo tiempo que se adquiere la información, pues los estudiantes
deben ser capaces de pensar y actuar con lo que saben: aprender no es memorizar.
Ejemplo: saber cuándo se debe usar una multiplicación en la resolución de un problema
es mucho más importante que saber las tablas de multiplicar.
Desde esta perspectiva, el acompañamiento en la preparación de actividades virtuales y evaluaciones
escolares tiene como objetivos la aplicación del conocimiento, comparación y
relaciones con otros conocimientos adquiridos, la argumentación y la solución de
problemas. Esta actitud fortalece la autoestima, la autonomía y la creatividad, como lo plantea Piaget: "el niño debe llegar a ser capaz de pensar
por sí mismo, con sentido crítico, teniendo en cuenta muchos puntos de vista, tanto en
el ámbito moral como en el intelectual".
Algunas tareas podrán ser desarrolladas por el estudiante independientemente y otras
en interacción con otros o bajo la guía del adulto. Sin embargo, es necesario tener en cuenta que el estudiante también tiene derecho a espacios de descanso y juego. La condición en que se hacen las tareas debe ser estimulante y estas deben ser
provocadoras y agradables, de tal modo que el estudiante sepa que es interesante
hacerlas.
Formación de hábitos y rutinas de estudio
El establecimiento de hábitos y rutinas es de gran importancia para que el aprendizaje sea eficaz y es necesario considerar factores como:
El tiempo: las actividades deben ajustarse al tiempo disponible para hacerlas, considerando las actividades de descanso como la televisión, los videojuegos y las actividades extraescolares.
El lugar: debe haber en lo posible un espacio físico con buenas condiciones de luz, temperatura y con mínimas distracciones, ruidos e interrupciones.
Los materiales: antes de iniciar cualquier actividad escolar se deben tener todos los recursos necesarios que se utilizarán (cuadernos, lápices…)
Y el elemento más importante: DAR EL EJEMPLO, ya que los niños aprenden también observando e imitando actitudes de sus figuras afectivas como padres, abuelos, tíos y cuidadores.
El desarrollo de las actividades:
los niños deben realizar las actividades
independientemente, apoyarlos y orientarlos cuando lo requieran, pero nunca
hacerles la tarea o la actividad que les permite aprender. Si deben consultar
algún tema, deben aprender a buscar los libros en la biblioteca, explorar la tabla
de contenido, ubicar la información necesaria y resumir; de la misma manera, si
lo hacen por internet. Es importante que el niño haga las tareas aunque los
padres no estén en casa. Debe haber revisión diaria de estas. Con los jóvenes, si
han tenido un buen acompañamiento, se espera que hayan alcanzado un buen
nivel de autonomía y autoestima, lo que les permite responsabilizarse de su
propio aprendizaje. El acompañamiento deberá ser más desde la comunicación
para estar atentos a identificar dificultades, necesidades de apoyo y brindarlo
cuando sea necesario
Aprendizaje autorregulado
Aprender no es solamente lograr conocimientos, hábitos y habilidades. Aprender significa ante todo aprender a aprender: conocer estrategias para el logro eficaz de tareas de aprendizaje, seleccionarlas adecuadamente para cada caso y evaluar su uso; en resumen, responsabilizarse de su aprendizaje.
Es necesario que cada estudiante conozca su propio proceso de aprendizaje, programe
conscientemente las estrategias de aprendizaje, de memoria, y de solución de
problemas, haga una buena elección de las estrategias, se autoevalúe y, en definitiva,
se autorregule. Esto hará que se amplíe extraordinariamente la capacidad y la eficacia
del conocimiento.
Asi logrará conocer sus puntos
débiles y fuertes, explotar sus capacidades y los beneficios de las
diferentes estrategias y técnicas de aprendizaje: observar; comparar; encontrar semejanzas y
diferencias; clasificar; categorizar y ordenar; representar mediante gráficos, dibujos,
expresiones verbales, análisis y discusión de casos, elaboración de mapas
conceptuales, utilización de videos, creación de escritos constituyen herramientas fundamentales del
aprendizaje autorregulado.
Texto orientado por LUZ ELENA GOMEZ Y OLGA LILIANA SUAREZ
Profesionales de la UDEA
SILVINA INES DIAZ-DOCENTE DE APOYO UAI